viernes, 18 de diciembre de 2009

Los Mangas, ese cómic de Oriente


Últimamente me ha dado por sacar a relucir los tópicos que equivocadamente circulan por este mundo cada vez más loco. Uno de los más hirientes, al menos para todo seguidor de cómics, es aquel que dice que ningún aficionado a las editoriales norteamericanas y, en especial, a los superhéroes, debería ser también aficionado al manga. Una tontería como un templo, pues cualquier autor de cualquier parte del mundo puede ser interesante por unas cosas u otras. Por ese motivo, para romper ese estúpido tópico y ese espantoso prejuicio de "manga malo, manga caca" que tienen algunos, he decidido enumerar los mangas que yo sigo, que son pocos sólo por cuestiones económicas:

-Rurouni Kenshin: El Guerrero Samurai. Ya me encantaba cuando veía el anime en Canal Plus, cuando lo emitían en abierto. Por aquel entonces, cuando internet no estaba en todos los hogares y no tenía ni de coña la misma fuerza que ahora, nos resultaba la serie de dibujos más espectacular y visceral. El manga resulta imprescindible para quien disfrutara de las andanzas del samurai sin amo, ya que el anime era realmente fiel a estas viñetas que nos hacen revivir las aventuras de este simpático y enigmático personaje. Muy divertido, interesante por los conceptos históricos que trata y recomendable. Además, la nueva edición, llamada Kanzeban (que viene a ser: con todos los extras, color, tamaño decente y completa) es fantástica.

-Monster. Siguiendo con los Kanzeban, este también se me antoja imprescindible. Una especie de thriller en el que la sombra del asesino resulta temible y sus actos impredecibles. Además de que siempre hay algún giro inesperado que nadie puede ver venir por lo bien hilvanado que está todo. Este es uno de los mangas de temática más occidental que hay, con un humor más bien escaso, ningún momento caricaturesco excesivo y más realista y duro que de costumbre. Interesante y engancha como pocos. En serio, uno de los mejores cómics, en general, que leo últimamente.

-One Piece. De este ya habré hablado por aquí. Quizá el manga más ligero y bizarro de todos los que he puesto en esta corta lista. Pese a todo, posiblemente el más divertido, cada vez que sale un número en la errática publicación de Planeta lo devoro al instante y siempre tiene algo que merece la pena. Menuda aventura la de la tripulación de Luffy y sus amigos.

Y sobre mangas que me dejan y me encantaría seguir, puedo recomendar Naruto (nada que ver con el anime, en serio), Full Metal Alchemist (este, sin embargo, tiene un anime maravilloso), Berserk (otro manga "serio" de calidad, un Conan oriental mucho más bestia), Ikigami y alguno más que me dejaré en el tintero.

En fin, que aquellos que no sigan mangas... no sé a qué esperan. Cerrarse a un tipo de cómic es tan absurdo como ver sólo películas de vampiros porque sí.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Por qué no sigo DC hoy en día


En el mundo del cómic, es muy común el frikismo más fanático y extremista que se pueda uno imaginar. Existen los DeCeinónamos, los Marvelzombies, los Gafapastas, los Otakus... Poner etiquetas es muy sencillo, y en un mundillo que se suponía tan reducido no dejan de crecer y de complicarse, supongo que esto forma parte de las cualidades, no siempre positivas, que tiene internet. Yo, por supuesto, no me libro de esas etiquetas, y a mí me suelen llamar lo segundo, me dicen que yo soy un zombie de Marvel, y razones no faltan para decirlo, pues yo empecé con esa editorial y actualmente, de grapa, sólo sigo las colecciones de la llamada Casa de las Ideas. Y la verdad es que tampoco es mentira, siempre he tenido predilección por los mutantes de Xavier y los he seguido religiosamente, no hay nada en la editorial de DC que me fascine tanto como esos personajes. Sin embargo, el que compre poco DC hoy en día no tiene nada que ver con el fanatismo, pues si los X-men son mi colección favorita, mi superhéroe favorito, aparte de Daredevil, es Batman. Así pues, ¿por qué paso tanto de la competencia de Marvel hoy en día? Veamos las razones.

Una de las principales son los crossovers. Supongo que es cosa de entrar en el juego, pero mientras que los de Marvel me atraen y me gustan por su accesibilidad y sencillez, los de DC me echan irremediablemente para atrás. Ni me gusta de qué manera los distribuyen en las colecciones, ni me convencen las consecuencias, ni la manera en que están enfocados, siempre con la palabra "Crisis" de por medio y una épica que encuentro un tanto forzada y excesiva. Algo así como si pretendieran alcanzar la importancia de las Crisis originales,a toda costa, cuando ni siquiera les llegan a la altura de los zapatos. Eso en Marvel no me pasa, cada crossover me quiere mostrar un planteamiento diferente y me resultan más autocontenidos, con más personalidad y fáciles de seguir. No hablo de la calidad, sino de las pretensiones, y yo me conformo y disfruto más con invasiones, guerras civiles, hulkadas y dinastias de M, que para mí tienen más interés que la nueva epopoya dimensional de turno, que luego cambia la continuidad como quien cambia de calcetines.

Pero lo peor es que ni siquiera encuentro en las colecciones de DC equipos creativos fijos que realmente me fascinen. Parece que si no es Johns quien se encarga de una serie, nadie puede hacerlo bien. Y esto por la incapacidad del resto de los guionistas de la editorial, no, la culpa la tiene el editor por no mimar las colecciones y sus autores, por no darles empaque y saber ofrecer algo. Ahí tenemos los Titanes, que se dividen, cambian de miembros de la noche a la mañana y están enormemente perdidos desde que Johns abandonó el título. No hablemos ya del pobre Flash, que tras una temporada fascinante (que ahora van a sacar enterita en un sólo tomo) ha estado dando bandazos de un lado para otro con resurrecciones y cambios de protagonista varios que sólo interesan a los veteranos. Otro tanto para Hawkman, cuya cole  acabó siendo cancelada miserablemente y ahora le está tocando el turno a la JSA. Sumemos a todo esto el cacao que tiene Green Arrow, la falta de dirección de la JLA, la desaparición de colecciones como la de Aquaman o Catwoman y veremos que hay poco que rescatar en cuanto a series a seguir actualmente.

Lo que pasa es que nada de esto sería tan grave si al menos Planeta se portara y sacara la grapa como es debido. Por desgracia, ni eso se salva siquiera, la editorial que antaño nos gustaba sacando Marvel ahora está siendo mortalmente dañina para DC. Colecciones canceladas, mezclas de series regulares, miniseries y demás material sobre un mismo personaje como les dan la gana (por ese motivo, en Panini, dejé Lobezno),  retrasos a mansalva, precios inflados mes sí mes no (horripilante el caso de Final Crisis, sobre todo), renumeraciones que vuelven loco hasta a un arqueólogo... Es que ni siquiera puede uno pillarse tranquilamente el Green Lantern de Johns, la WonderWoman de Simone, el Batman de Paul Dini, los Green Lantern Corps de Tomasi... Casi todo lo que quiero lo sacan en tomo cuando les dan la gana, y lo que no en grapa de una manera atroz. No sé cómo esperan hacer lectores de esa manera, ¿es que han olvidado el concepto de grapa a 1,95 o tomo cuatrimestral? Mira que lo hicieron bien con 52, ¿es que esa fue la última vez que quisieron hacerlo bien?  Menuda planificación tienen, por Odín.

Y más, y más... ¿Soy el único al que le pasa esto, que sigue Marvel más que DC por algunas de estas razones? Aunque eso sí, nada me impedirá hacerme con algunos tochales que me dan la DC que yo quiero (como el de Green Arrow, por ejemplo), por mucho que no me acabe de gustar el formato, pero ese ya es otro tema.

P.D. El dibujo es una felicitación para un colega al que no mencioné por aquí, lo que me lleva a decir que quizá deje de felicitar a nadie, que es dejarse a alguien y es posible herir susceptibilidades. Aunque este no haya sido el caso, todo sea dicho.

martes, 8 de diciembre de 2009

Más mascotitas ñoñas


La fiebre de los llamados "Pets" virtuales prosigue en el Facebook. El otro día hablé del famoso Pet Society, pero es que resulta que le están saliendo competidores por todos lados. De la misma manera que el Tamagotchi tuvo sus plagios, los Digimon los suyos y demás fenómenos los propios, estos juegos flash no iban a ser menos. Ahí van unas muestras:

-YoVille. No es exactamente un juego flash de mascotas virtuales, pero pienso que debe estar en la lista porque pese a que no son exactamente mascotas sino muñecos personalizados de uno mismo, prácticamente es el mismo juego. La diferencia es que tiene la gran ventaja de que se puede chatear en él, pero se mantiene lo de decorar la habitación, vestir al bicho, cuidarlo y todas esas moñadas. ¿Contras? Un diseño casposo y una animación penosa han acabado por hacerlo aburrido.

-Happy Pets. Hace poco que está, pero ya ha sorprendido a muchos por su muy cuidado diseño (pese a ser 2D, las habitaciones están muy bien aprovechadas, con ángulos muy buenos), su buena animación y por el encanto de poder cuidar animales reales como pueden ser los gatos o los perros. ¿Problema? Es algo cargante a la hora de jugar y tratar de subir de nivel, se pierde mucho tiempo y, además, está en "beta", por lo que aún tiene mucho que mostrar y los amantes de los perros todavía estamos esperando a ver si salen los canes. Pero promete, desde luego.

-Petville. Esta es la copia más descarada de Pet Society que existe ahora mismo. No es que vaya de mascotitas ñoñas, es que es clavado hasta en las opciones y el diseño. Pero por supuesto, al haber empezado hace poco, todavía carece del encanto del original y, además, tiene muchas menos opciones, pese a que intenta ser más llamativo con muebles más resultones. Aún así, todavía tiene mucho que hacer para superar al original.

No lo voy a negar, es bizarro que hable de estos juegos, pero es que entre mis colegas y yo estamos pillando unos piques la mar de divertidos. Desde luego no es rol y hay cosas online mil veces mejores que estas moñadas, pero que nos quiten "lo bailao", mientras lo pasemos bien...

P.D. El dibujo de hoy es la felicitación de mi otra prima del domingo pasado, ya que estamos hablando de gemelas.

domingo, 6 de diciembre de 2009

La fiebre de las mascotitas ñoñas y felicitación again

Últimamente se suele decir por donde frecuento: En San Valentín se debe mojar mucho. Y la razón no es otra que la tremenda de cantidad de cumpleaños que hay entre noviembre y diciembre. Hoy, en concreto, cumplen dos primas mías a las que les digo ya, desde aquí: ¡Felicidades! Lo que me lleva a comentar la dedicatoria de una de ellas, que tiene la presencia de una mascotita del muy conocido juego de Facebook llamado Pet Society.

Digo que es muy conocido porque en mi zona se juega a destajo, incluso algunos gastan dinero real para obtener dinero del juego y comprarse habitaciones y demás utensilios para esa mascotita virtual que tanto furor está causando a juzgar por la cantidad de vecinos que poseo, que ya rondan la centena. Además, si no causara furor, no se preocuparía una de las empresas más importantes de los videojuegos como es Electronic Arts por colaborar económicamente con una tan modesta como la creadora del Pet Society: PlayFish. Por tanto, eso debe dar muchos beneficios.

Lo más gracioso de todo es que es un puñetero juego Flash, de estos simplones con una animación justita y un diseño con cierto encanto pero también simple. Aunque nuevamente, lo que es simple puede convertirse en algo efectivo y con un valor comercial indudable, este no es el primer ejemplo que nos encontramos de eso, aunque sea uno de los más llamativos hoy en día, ya que la idea de customizar tu propio bicho y cuidarlo ya viene de hace años. ¿Nadie recuerda el Tamagotchi? Ese aparatito con forma de huevo, tan cutre y tan chungo, donde vemos un muñeco mal dibujado que haría que la Game Boy sintiera vergüenza ajena, que apenas posee dos o tres sprites de animación y que no hacía otra cosa que defecar, enfermar y pedir comida, entre otras chorradas mal contadas. Pero... ¿y lo que viciaba la tontería?¿cuántos caímos en la bobada y cuánto la exprimimos con todas las copias cutres (y no tan cutres, que algunas superaban al original) que se llegaron a hacer? Pues si algo como eso consiguió tanto éxito, el Pet Society, muchísimo más elaborado e interesante, con la posibilidad de modificar la casa de la mascota y visitar a tus amigos, no iba a ser menos.

Lo curioso es que se defienda entre competencia como Los Sims, Second Life y demás "simuladores de vida" online que circulan por ahí. A veces es cierto eso de que "más vale maña que fuerza", aunque en este caso "fuerza" sea "capacidad gráfica y complejidad técnica".